Lore #3 "Los Eternos"

Ya casi todos conocen la historia de los Eternos en Odisea. Principales enemigos de la vida en la Tierra, desde el primer capítulo nos azotan con sus poderes destructivos y sus capacidades más allá del entendimiento mortal.

Hace eones, cuando la Tierra era aún joven, las razas inmortales más allá del borde del universo luchaban entre sí para ganar superioridad y gobernar sobre los demás. De entre cuarenta seres hechos de polvos de estrellas, solo unos pocos estaban hechos para mandar en el naciente cosmos.
Los Eternos, conocidos así por los incontables años que sobrevivieron desde la creación de toda la materia, eran seres humanoides que únicamente podían sobrevivir alimentándose de formas de vida complejas. Vagaban por el espacio destruyendo planetas que albergaban vida y tomando esclavos para un futuro banquete que les otorgaría más años de existencia y de aniquilación. Cada ser que absorbían significaba también el conocimiento que este tenía si era una forma de vida inteligente.
No tenían un planeta propio, vivían en sistemas solares diferentes, pero su tamaño colosal les permitía comunicarse como su se tratará de un grito cósmico. Pero todo fin llega a una civilización.
Cuando el caos invadió los confines del borde del infinito, lugar donde los Eternos estaban comúnmente reunidos, exterminó a la gran mayoría e infectó a los miembros restantes que tuvieron que huir hacia otras constelaciones, galaxias e incluso realidades.


Un grupo menor huyó hasta el llamado Planeta de Oro (hoy en día conocido como Tierra) donde encontraron una forma alternativa de alimentación: los metales y los minerales. No existía la vida entonces, por lo cual estos seres formaron su imperio de nuevo y construyeron un núcleo en medio de toda esa cantidad de metal para que su sueño no fuese interrumpido y sus heridas provocadas por la corrupción sanen. Crearon una atmósfera para evitar el caos, grandes polos magnéticos para evitar radiación de cualquier tipo y encerraron todo su metal bajo una gran e inmensa capa de tierra. Su tamaño con el tiempo varió y disminuyó y adoptaron diversas formas hasta la actual.
Pasaron de llamarse Eternos a llamarse Terráneos en su idioma complejo y bastante diverso. Entraron en el sueño, protegiéndose debajo de los mantos de oro y así estuvieron recuperandose de las heridas durante muchísimos eones hasta que el caos penetró la Tierra.
Su despertar provocó terremotos. Una plaga se cernía sobre sus cabezas, la vida. Esta vida debería ser aniquilada ya que era una amenaza hacia su núcleo e integridad física. Se preparan, en cualquier momento su rey, el Rey Pétreo, dará la orden de terminar con toda vida y volver a su descanso eterno.


Un grupo de Eternos escapó hacia otras realidades, consumiendo vidas en diversos tiempos y universos. Este grupo se los conoció como Infinitos, ya que su poder ahora es más ilimitado del que sus antecesores e incluso del de los Terráneos.
No se conoce mucho de la forma física real de los Infinitos, se cree que son masas de energía pura e indestructible. Sin embargo, hace ya varios siglos, una Infinita amenazó con terminar con la vida en la Tierra. Esa Infinita fue llamada "Furia" y adoptaba el cuerpo de una doncella para eliminar humanos y buscar a sus otros hermanos, los Terráneos.
Cuando dio con los mutantes de Odisea, una Odisea joven todavía, se encontró con sus rivales más despiadados y feroces, no abandonaron la batalla hasta que la regresaron a su realidad e incluso, unas generaciones después en su regreso, terminaron borrando su existencia de este universo y la encarcelaron con heridas graves en una realidad alternativa.
Sin embargo, los Eternos y sus descendientes no pueden morir, tarde o temprano ella volverá y verá de nuevo a los ojos a sus viejos enemigos.