La Divina Conspiración

"Una vez fuimos Ricos por dentro
Nunca intentábamos alcanzar
Lo que no podíamos realizar
Porque una vez que éramos
Capaces de vencer
Nació de la necesidad de tener éxito
Quién posee su tiempo también posee su mente
Nosotros necesitamos ser inocentes para vivir la vida que vivimos
Por tanto tiempo
Nosotros necesitamos ser sordos para vivir la vida que
Vivimos ahora
Extienda la mano
Toque el infinito
La vida es sólo una memoria
El tiempo no es la entidad
Que acostumbraba ser
La Divina Conspiración
Esclarece la realidad
El tiempo no es la entidad
Que alega ser
Desesperadamente todos nosotros
Nos agarramos a cualquier cosa que haya sobrado
Tropezamos y caemos
Cuenta regresiva para morir
Para curar todo"




─¡Mamá! ¡Mamá! Cuéntame una historia antes de dormir─ dijo el adorable niño que no podía conciliar el sueño a su madre, ya bastante adulta pero que tenía siempre una historia debajo de su manga. Se acercó a la cama rústica, acomodó bien la almohada de su hijo y lo arropó con más cariño del que se podía pedir. Lo miró con ternura.
─Hace ya mucho tiempo, las fuerzas interminables del niño espacial estaban por terminar con la vida de los valientes mortales fuera de la Tierra. Trabajadores dignos, estudiantes, enamorados, políticos, todos estaban peleando por evitar que los malvados seres destruyesen todo lo que habían construido durante muchísimos años. Incluso con las más poderosas fuerzas del universo no pudieron entrar a nuestro planeta, héroes de todas partes vinieron a salvarnos en el momento más crucial, villanos proveyeron las armas para defenderse y la naturaleza se encargaba de lo demás. Pero mientras los mortales batallaban por ver quién se quedaba con la Tierra, debajo de sus pies, sus líderes caían uno a uno por un traidor.— La madre se detiene un momento y traga saliva. El niño impaciente pregunta— ¿Un traidor?—
—Así es, hijo. Un traidor.— Retoma— Hay gente que no se satisface con lo que ya tiene, siempre busca más y más y termina haciendo cosas malas para la gente mala. El traidor arrebató la vida de mucha gente hasta que llegó a una amable doncella que siempre luchó por sus derechos y los de sus amigos. Pero eso no le importaba en lo absoluto al traidor.
La doncella, tratando de detenerlo, lastimó a su compañera y eso la enloqueció. Esta vez no fue el traidor quien la traicionó, la traidora fue alguien que siempre había dicho ser su mejor amiga...— La madre vuelve a detenerse.
—...Ahome — Interrumpe el muchachito un poco asustado, tomando cierta conciencia sobre la historia.
— Todos la buscaban, buscaban a la culpable del crimen hacia la defensora de los mortales, la que intentó unificarlos, la que murió unificándolos... Mientras la traidora se hacía con la vida de los amigos de la doncella, los más importantes villanos entablaban relación con los héroes, el miedo invadió el corazón de todos y de cada uno. La traidora, corrupta más que nunca, se decidió a crear un grupo que la adorase, la siguiese y que le sea total e infinitamente fiel. Una Divina Conspiración.—
—¿Qué quieren esos? — curiosea el niño.
— Creen que ellos son superiores, que su sangre está bendecida y que su inteligencia es realmente infinita. Creen que los que no sean como ellos y que no sigan a su reina no son dignos del paraíso y que por lo tanto deben caer. ¡Cuánta sangre se ha derramado por esos lunáticos! Maldigo el día en el que aparecieron y sembraron el caos sobre nuestras tierras. Cada día son más y más y cada vez más tierras consiguen y vidas terminan. Que la justicia se cierna en ellos si es posible... y que todos se vayan al mismísimo infierno.—
El niño se ríe a pesar que conoce la historia. Sus ojos se cierran al cabo de pocos segundos, quizás con expectativas de cómo terminará el relato de su madre.


Una vez finalizada la Gran Guerra Cósmica, los héroes del mundo que habían defendido la Tierra en su peor momento tuvieron que volver con la peor noticia: El consejo mutante había sido totalmente asesinado. Los veinte representantes del consejo, incluida Christine Daaé, directora del instituto y refugio de Odisea, habían sido asesinados en diversas circunstancias. Sin embargo, los primeros 19 fueron asesinados por un científico humano manipulado por Estelaris desde el espacio, mientras que Christine Daaé fue asesinada por Ahome Hohenzollern, su más querida alumna.
Durante la persecución de las dos mutantes por toda Inglaterra para dar con el masacrador de su consejo, Christine utilizó sus habilidades sobre el control del caos y corrompió un gran área cerca suyo, afectando en la existencia de Ahome, la cual enloqueció de formas cataclismicas. No solo obtuvo las capacidades de su mentora, si no que la asesino atravesándole el pecho con su propia mano.
Ahome escapó a Londres y se enfrento al antiguo comando del Infinito y los seguidores de Odisea, los cuales cayeron irremediablemente ante los nuevos poderes de la traidora. Sin embargo, antes de dar el golpe de gracia, se hacen presentes los mutantes Kimberly Freeman y Arthur Aarons Garwood que distraen a Ahome y permiten a los heridos escapar de la muerte.
Pero no pudieron detenerla, solo la enfurecieron más. Ahome corrompió a todo mutante que pudo y lo puso a sus ordenes, ella estaba segura de que era una mutante de raza superior y que todos sus seguidores estaban invitados a su nuevo imperio, donde ningún humano o mutante impuro viviría.
La campaña de publicidad surtió efecto en miles de personas que se unieron a la llamada Divina Conspiración. Y mientras la Tierra se dividía en dos bandos de nuevo, Ahome conquistaba y corrompía gran parte de Asia e incluso países africanos. Su locura la compartía con sus marionetas y con la gente que la temía y que se unía para no tener una muerte horripilante.
Pero en Europa, las fuerzas de los mutantes que no habían sido corrompidos defendían los países aliados en la batalla y daban frente ante la poderosa organización. Si bien la batalla no finaliza, está bien en claro que si no se hace nada contra el poder corrupto de Ahome: todos morirán.